La alfombra de las almas

*Gran parte de los campos de San Pedro y San Andrés Cholula suelen pintarse de morado y naranja; la flor de cempasúchil adornará los altares en el Día de Muertos

Guadalupe Juárez

San Andrés Cholula, Pue.- Al pie de las huellas de una cultura milenaria, brotan del suelo cientos de flores de terciopelo moradas y en el horizonte rastros de los primeros botones naranjas que tapizarán los suelos de los hogares y adornarán las ofrendas y altares de seres queridos.

Son los campos de los muertos o de sus flores que llenan los suelos en medio del otoño, con la pirámide de Cholula como fondo, mientras su olor,  ese que evoca a las ofrendas, se expande por los alrededores.

Hay sol, del que quema la piel al mediodía, pero también ráfagas de viento que hacen que estremezcas cuando tocan tu rostro.

Los pétalos se mueven levemente junto a las hojas verdes y el tallo que los sostiene; un par de insectos se aferran a las ramas de algunas flores. El viento sopla y las flores resisten su paso.

Cada año, a inicios de octubre, gran parte de los campos de San Pedro y San Andrés Cholula suelen pintarse de morado y naranja. Los productores que las cultivan cuidan de ellos noche y día para que a finales del mes puedan recogerlas y llevarlas a los mercados y tiendas para su comercialización.

Aquí, además acuden fotógrafos y sus modelos vestidas de catrinas con vestidos pomposos y sombreros enormes para fotografiarse en medio de las flores antes de ser cortadas. Los paisajes se convierten en postales de ensueño, que sólo pueden ser capturadas en esta época del año.

La flor que ha empezado a lucir más es conocida como flor de terciopelo o cresta de gallo, su nombre es Celosia argantea, y se dice que es originaria de África y de Asia, aunque en la actualidad se adapta a casi cualquier clima donde haya mucha luz.

Aunque en esta época por su belleza sólo es utilizada para adornar los altares, en otros lugares la ocupan para preparar alimentos, mismos en los que las sirven hervidas.

Suelen ser usadas como astringentes, depurativas y antibacteriales, inclusive para tratar algunas enfermedades de la piel, cardíacas o como laxante, pues el aceite extraído de sus semillas es utilizado como remedio contra la diarrea y los parásitos intestinales.

En México sólo se produce en cinco estados: Guanajuato, Guerrero, Estado de México, Morelos y Puebla, en donde es posible observarlas antes de que sean cortadas y puestas en manojos para ser comercializadas.

Las otras flores que a principios de octubre apenas se asoman son las más típicas en la temporada de muertos, el cempasúchil, relacionada con el sol por los antepasados, quienes las colocaban desde antes de la llegada de los españoles en senderos en honor a sus muertos.

Una flor considerada como un símbolo de vida y muerte, que poco a poco tapiza los suelos de Cholula durante el otoño, semanas antes de las celebraciones a los muertos.

 

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